sábado, 4 de agosto de 2018

SEGUIR CAMINANDO

Se puede seguir caminando
tan lentamente que se saboreen
los pasos, las huellas de tí mismo.
Se puede seguir viviendo
los puntos tan diversos de la
empresa difícil.
Y... saboreando nuestros gustos,
las imágenes abstractas que
merodean nuestras mentes.
Y... hasta los gustos ajenos
se acentúan de forma diferente.
Se puede modelar un camino
con vuestras manos y las mías
por el que podemos seguir...
¡Vuelve a vivir!
Inevitablemente la vida
te llama.
¡Hay que darle la cara!
Los colores, cada color
personal nos mueven.
Elige el tuyo y déjate llevar.
Se puede!

miércoles, 9 de marzo de 2016

PIEL DE ACERO

Se va tornando inerte e insensible,
cansado e incapaz,
tal como si un somnífero le agarrara
sin dejarse sentir.
Y la pena, una pena indefinida y cruel
le va royendo las mas finísimas capas 
de una piel de acero.
Y su piel, de acero,
va cediendo espacio a la agresividad
incierta y desconocida, a una agresividad
tan fuerte como la misma materia,
centímetro tras centímetro, cada milímetro
resquebrajado forma su capa
permeable e insegura.
Se nota un frío mortal
al llegar a su meta.
Esa fibra delgada que parece inaccesible
esa fibra delicada y blanda como algodón,
pura, infantil, pobre.
Su riqueza se pierde al romper con
su capa acerosa.
Una corteza vencida que enseña 
su propia debilidad, su propio fracaso,
su alma traspasada y abatida.

23.02.87

sábado, 17 de enero de 2015

EL MIEDO...

El miedo, ese mismo que nos sirve para protegernos y que tomado en grandes y desmesuradas cantidades nos hace débiles, ese que nos hace perderlo todo, y con ese todo el poder sobre nosotros mismos, el control mental y la serenidad. Ese miedo, que cuando se alberga en otros cuerpos más distantes del nuestro propio, siempre se hace mas pequeño, menos salvaje, más dócil. Hoy te he visto en otros ojos que no han sido los de siempre, y joder... También me duele. Y no hay palabras que refuercen contra el, y lo he sentido casi mío. Cuenta conmigo, podemos con todo!!!

miércoles, 19 de diciembre de 2012

AMARGURA


AMARGURA.

Como acordarme de ti
sin echarte de menos.
Como seguir la vida
si no hay luz en mi camino.
Controlar este dolor de
ausencia desesperada,
de amargura en el alma.
Busco llenar el vacío
y no hay piezas que encajen.
Te busco y no te encuentro,
se me escapa tu imagen
entre los dedos del recuerdo.
Apenas reconozco el timbre
de tu voz, aun siendo un molde
de la mía.
… Y lloro impotente ante mi frio
y me ahoga la pena reprimida.
Señor, que duro, que prueba,
que fuerza quieres que consiga
alcanzar.

jueves, 22 de marzo de 2012

EL ORIGEN


Sé que ella pensaba que yo era feo, y que me quería porque hubiese querido a cualquiera que le pusieran por delante, pero también sé, que cuando supo que me quedaba poco para llegar, durante un mes entero se dedicó a buscar en internet como tenía que cuidarme, que tipo de carácter solemos tener los que son como yo y estaba maravillada de lo inteligentes que dicen que somos.
Un día a mediados de Julio vino a verme, con su ilusión, con sus ganas de contar conmigo en el entorno de su vida, pero entonces no me hice la idea de todo lo que pasaría después, solo me cogió entre sus manos, y creo que fue porque fui yo el que más atención le puse entre todos los que estábamos. También yo recuerdo ser el mas grande de todos, el mas nervioso pero el más simpático.
A mediado de Agosto la volví a ver, pero aquel día fue totalmente distinto, llegó y me reconoció enseguida, me tomó entre sus manos con ternura y no me dejó apenas. El viaje fue largo, pero ella se ocupó de acomodarme para que no me sintiese incomodo todo era nuevo para mis ojos, para mis oídos. Un torbellino de  sensaciones desde la mañana que no terminó hasta días mas tarde.
Pasamos varias horas en un coche y solo paramos una vez, comprobó que yo seguía bien y continuamos viaje. No logré entender porqué le sorprendió oír el sonido de mi voz cuando terminamos el viaje, siempre decía que era sorprendente que saliese una voz tan profunda de un ser tan pequeño.
Aquella noche busqué el calorcito del cuerpo de mamá pero no lo encontré, solo me relajé cuando ella colocó sobre un jersey suyo un reloj que golpeaba marcando un tic tac sonoro que balanceó mi sueño hasta rendirme.  

domingo, 24 de julio de 2011

TU COLOR


Después de tanto tiempo de caminar a lo largo
de esta senda de imperfectos,
he llegado a la conclusion de que ya no puedo seguir sin ti.
Tu vida llena la mía de aventura multicolor
y de una velocidad vertiginosa que a veces me descontrola
y me deja una sensación de tener el alma ancha.
Es por que te mezclas en mis horas, en mis días y en mis cosas,
que no hay ni un solo pensamiento que no esté impregnado de tu color.

domingo, 19 de junio de 2011

EL CARNET


A medida que se iban fijando las imágenes y recuperaban su nitidez, un sonido sordo y lejano adquiría volumen poco a poco, la sensibilidad de mi rostro percibía una continuidad de bofetadas perfectas en las que ni sobraba cara ni faltaba mano, ya recuperaba la consciencia, el desvanecimiento remitía.
Recordé que por la mañana me había dirigido a una consulta médica y que asistí acompañada por mis padres, que no terminaban de soltar los lazos de unión sobre mí.
La consulta transcurrió sin novedades, llena de términos técnicos que empiezan a formar parte de nuestro vocabulario con los que terminamos familiarizándonos de forma paulatina.
Tiempo atrás pensé en las donaciones, y me decidí por empezar por algo pequeño para luego ir ampliando mi donaciones diversas. Lo tenía claro, primero me haría donante de sangre, luego pensaríamos a la donación de órganos, eso sería mas tarde. Tendría mi carnet de donante de sangre, podría en cualquier urgencia presentarme para ayudar.  Un gesto tan sencillo para mí sería una gran ayuda para los demás, estaba decidida, quería mi carnet de donante de sangre.
Antes de regresar a casa y como todavía era muy temprano, comenté mis intenciones a mis padres que no tuvieron ningún problema en acompañarme a la zona destinada a Donantes de Sangre.
Y allí estaba yo, esperando que una enfermera muy amable viniese para tomar muestra de la sangre y definir qué grupo me había tocado en el reparto de las sangres. La enfermera llegó y me indicó que la siguiese y mis padres continuasen en la sala de espera hasta que se terminara el proceso.
En un momento dado se me ocurrió que había llegado el momento de la verdad, que durante años mi madre repitió y repitió que yo no tenía sangre en las venas… ahora se descubriría todo el pastel y podría demostrar que no solo tenía sangre sino que podía hacer entrega de ella a quien pudiese necesitarla.
Una ilusión infantil me envolvía y me mantenía a la espera, la burocracia se estaba alargando y el infierno de preguntas sobre la salud y antecedentes sanitarios se empezaban a recocer en el ambiente. Pero al fin llego la enfermera con su arma para la punción de unas gotitas de sangre en el dedo corazón. Me cogió la mano suave pero con firmeza y disparó su bolígrafo con aguijón para extraer esa pequeña muestra que mostraría tanta información como necesitaban.
Me indicó que la siguiese, atravesamos una estancia que no sé por qué razón nos unía con la sala de espera, los dos vinieron corriendo para ver como me encontraba. Me encontraba bien y todavía eufórica por mi decisión y por lo poco que faltaba para tener mi primer objetivo cumplido.
Dirigiéndome a la camilla en la que tenía que tumbarme para la extracción, los termostatos de la calefacción parecieron romperse y el murmullo del personal de enfermería que trabajaba se fue apagando poco a poco.
Me golpeaban la cara para reanimarme, en mi pensamiento se agolpaban las frases “¡ya me he mareado!” “¿Me habrán quitado las gafas?” “¿Habrán aprovechado para hacerme la extracción?”.
Poco a poco mis preguntas fueron respondiéndose por sí solas, las gafas me las entregaba una auxiliar que tenía la cara más blanca que yo, en mis brazos no había rastro de ningún pinchazo por pequeño que fuese, y la mayor confirmación fue cuando el Doctor salió para decirme que la cantidad de glóbulos rojos o blancos, no recuerdo bien, que corría por mis venas, no eran lo suficiente como para donar sangre. Le comenté que tenia intención de ser donante desde hacia tiempo y que no había pensado en la posibilidad de no donar y salir tan contenta para casa con el carnet en el bolsillo.
No te preocupes, me dijo, te daremos un carnet con el grupo de sangre que tienes. Y me hizo subir de ánimo otra vez.
En la parte trasera del coche, tragábamos carretera, avanzábamos entre el tráfico, yo tenía una dejadez de cuerpo que lo provoca el desvanecimiento, y que necesita tiempo para la recuperación. Miré por curiosidad el carnet que me entregó la enfermera antes de salir del Hospital y pude comprobar mi RH y… Por Dios!! Me han hecho un carnet de RECEPTOR, no de donante. Me decepción era abismal, detrás de la información personal y de la definición del grupo RH, se desplegaban una serie de columnas en las que encabezaba Recibe, Fecha… etc…
Que decepción… mis siguientes donaciones fueron distintas.